[Libre] El cielo es... azul

Tras algo de prisa llego hasta la azotea. Se notaba que era primavera, y aun en lo alto de aquel lugar la brisa que soplaba traía en si un aroma a flores muy relajante. La pelirroja suspiro, estaba sola y estaba bien pues venia algo cansada del consejo estudiantil tras lidiar con algunos asuntos. Acomodo su cabello algunas veces y se acerco hasta una banca que había en el lugar, así se sentó y se recostó en el espaldar, echando la cabeza hacia atrás para relajarse. -Esto es...- apenas musitaba, con los ojos cerrados sin necesidad de ver ese bello cielo podía darse cuenta que era de un color tan azul como sus ojos, y sonreía. Como pocas veces, su expresión era muy relajada, parecía otra... algo que no podía hacer frente a los demás, porque le gustaba adoptar el papel de dura. Sin embargo, ahí se sentía... tan libre. Como si fuera un pequeño pájaro. Tanto asi que no paso mucho para que de pronto ella se durmiera. Asi es, se durmio en plena banqueta en la azotea, algo tan poco propio para alguien de su puesto, pero estaba tan cansada.

La primavera había iniciado, se encontraba en su mejor momento y ese día no era de esperarse, estaba lleno de luz, y el color de todas las flores era el mejor adorno que esta academia podía tener. Había caminado por un rato en los pasillos, pensando en las buenas cosas que ocurrirían en este lugar para ella desde su llegada.
Pensó en ir hasta la azota para pasar un rato agradable sola y sintiendo el soplar del viento en su rostro. Al llegar a lo alto del edificio, no se percató de que había alguien más y que tal vez le seria incomodo que ella estuviera ahí… así que había decidido retiraste y dejar a aquella chica sola, parecía algo cansada y no pretendía molestarla.
Por un momento se quedo observando a la chica, sintiendo ternura, se veía tan tranquila y felizmente dormida, olvidando tal vez algunos problemas.
-Que envida, quisiera sentir la misma tranquilidad que tal vez tú sientes- Dijo
Con una sonrisa la miro por un minuto más.

El joven,nervioso,se dispuso a pasar su primer día en la academia. Tenía a un guía para enseñarle las diferentes salas de la academia,pero lo perdió por la curiosidad imparable del joven,así que tuvo que arreglársela él sólo. Pasó por varias salas...ninguna le interesó. Pasó por una un poco extraña,pero no tenía tiempo,ya que se hacía tarde. Le quedaba por visitar la azotea,uno de los sitios que mas le gustaban al chico,ya que ahí se sentía tranquilo. Se disponía a dirigirse a la azotea cuando vió a una chica rubia mirando fijamente a la que estaba dormida en un banco. Esa clase de situación no se la esperaba,así que se dispuso a terminar su Auto-guía pasando "disimuladamente" al lado de la extraña chica y empezó a investigar la azotea...